lunes, 22 de junio de 2009

La felicidad se expandió en mi interior como la onda expansiva de una explosión, tan virulenta y fuerte que no estuve seguro de sobrevivir a sus efectos.
"para siempre" me dijo al oído repitiendo mi promesa.
no fui capaz de articular más palabras. Alcé la cabeza y le besé con una pasión capaz de prenderle fuego al bosque.
Y yo no lo habría notado.

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