Me tendió la mano y la tome, sintiéndola mas cálida que antes. su mejilla parecía ligeramente ruborizada, y ya no había sombra debajo de los ojos.
Fui incapaz de resistir el acariciar su rostro una vez mas. Y otra.
Casi se me olvido que estaba esperando una respuesta a mi petición cuando me hundi en sus relumbrantes ojos dorados.
Era casi tan difícil como resistirse al aroma de una droga, pero de algún modo mantuve clara en mi mente la necesidad de tener cuidado cuando me alce sobre las puntas de los pies y le envolví con mis brazos. Con cuidado.
Pero el no fue tan vacilante en sus movimientos. Sus brazos se cerraron en torno a mi cintura y me apretó con fuerza contra su cuerpo. Sus labios aplastaron con los mios, pero los sentí suaves. Los mios ya no buscaron lugar en los suyos, sino que siguieron también su propio camino.
Como antes fue como si el contacto con su piel, sus labios y sus manos se hundieran a través de mi suave y dura piel hasta llegar a mis huesos y al mismo centro de mi cuerpo. No me había imaginado que pudiera amarlo mas de lo que lo había echo hasta ahora.
No entiendo como mi mente es capaz de soportar un amor tan excesivo. Tampoco como mi corazón es suficientemente fuerte para aguantarlo.
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